Por la ciudad de Guanajuato.

 

Sin duda, esta ciudad cautiva a quien la visita. Su traza urbana es totalmente diferente. Sentarse en alguna banca de sus plazas será un buen comienzo. antes de degustar y reconocer los sitios que fueron escenario de importantes acontecimientos de la Independencia.

Paladares exigentes…

¿Por dónde empezar?. Se sabe que aquí ocurrieron hechos muy cruentos, como el enfrentamiento entre las tropas insurgentes con la población española que se había refugiado en la Alhóndiga de Granaditas. También se sabe que aquí las enchiladas mineras no tienen igual. Se sirven en muchos lugares, pero las mas recomendables por los propios guanajuatenses son las del restaurante Valadez, en la plaza de la Unión.

Ya satisfechos se pueden dirigir hacia la Plazuela de los Ángeles, pues ahí se encuentra la dulcería La Catrina (hay otra sucursal frente al Teatro Juárez). Podremos encontrar dulces típicos del estado bastantes recomendables.

Por Dolores Hidalgo…

Escenario donde se inicio la lucha de Independencia, cuando la madrugada del 16 de Septiembre de 1810, el cura de esta población, don Miguel Hidalgo convocó en armas contra el gobierno virreinal. tremenda hazaña.

Para refrescarse.

Aquí la historia lo jala por doquier. Se puede dirigir hacia el zócalo para refrescarse y que mejor momento para probar helados de sabores exóticos. En el puesto de la familia Aguilar se veden los que valen la pena incluir en la ruta. Hay de mole, de chicharrón y de camarón, y aunque suena increíble, la verdad es que son exquisitos. También se pueden probar de guayaba, zapote, pistache y tequila, este último nos puede dar ánimos para entrar al mismísimo templo donde el cura Hidalgo dio el grito de Independencia.

Otra probadita.

…pero de historia se topa uno con otro episodio suscitado aquí; en un edificio del siglo XVIII que funcionaba como cárcel, el cura Hidalgo liberó a los presos para que se unieran al movimiento de Independencia. Posteriormente fue cuartel y hoy es el Museo de la Independencia.

Atotonilco ¡Único!

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A unos minutos de San Miguel de Allende está este poblado, famoso por sus aguas termales y donde, entre calles fantasmales se asienta un majestuoso santuario del siglo XVII. Al llegar  constatamos la belleza de sus construcción, con justa razón está inscrito en la lista del Patrimonio Mundial. Se puede probar las gorditas preparadas afuera del templo. Las sirven de frijol, chicharrón en salsa, papas, huevo con jamón y diferentes guisados. Sin duda, otro imprescindible en esta ruta. Yolanda y Esther Morales ofrecen estas deliciosas gorditas de concurso.

Con el corazón contento, podremos encontrar otras sorpresas mas. Entrar al santuario y admirarnos con las elaboradas pinturas de sus muros interiores con diversos paisajes bíblicos. Y pensar que el 16 de Septiembre de 1810 los insurgentes tomaron de aquí el estandarte  de la Virgen de Guadalupe el cual serviría de bandera en la lucha por la Independencia de México.

Guanajuato.

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Es considerado, como la cuna de nuestra Independencia. Además de ser una prospera región , semillero de hombres ilustres y de ideas libertarias, entre otras muchas virtudes, cuanta con una refinada gastronomía forjada de la mano del mestizaje y de su vocación minera.

Son muchos los lugares vinculados a la historia donde es posible disfrutar de la autentica cocina guanajuatense: San Miguel de Allende (antes San Miguel el Grande), sitio donde se anuncio que la conspiración había sido descubierta, el mejor para disfrutar de unas pellizcadas de nata; Dolores Hidalgo, donde el cura Hidalgo hizo sonar las campanas convocando a la multitud a levantarse en armas, perfecto para saborear las inigualables nieves de mole o camarón; Atotonilco, de cuyo santuario tomarían el estandarte de la Virgen de Guadalupe, ideal para probar las gorditas de chicharrón en salsa; la Ciudad de Guanajuato y la famosa hazaña de Juan José Martínez, “El Pípila”, quien con una pesada loza a la espalda, derribo el inmenso portón de Alhóndiga de Granaditas que ardió en llamas; aquí las enchiladas mineras no tienen parangón.